DOLOR MUSCULAR
El dolor muscular puede ser bastante frecuente a lo largo de nuestra vida debido a que nuestros músculos ocupan el 40% o más del peso corporal y siempre están expuestos al desgaste durante las actividades diarias.
Este dolor puede surgir por un esfuerzo repentino (por ejemplo, al levantar un objeto pesado), realizando los mismos movimientos de forma repetida o por una postura incómoda sostenida en el tiempo1 2.
Tipos de lesiones musculares3 4 5
Contusión muscular: es un hematoma o moretón, causado por un golpe directo o golpes repetidos, produciendo aplastamiento de las fibras musculares y tejidos conectivos, sin romper la piel. La mayoría son leves, pero si persisten los síntomas, se debe buscar atención médica.
Calambre muscular: es el paso previo a una distensión o contractura muscular y, generalmente por fatiga del músculo, se genera una contracción súbita sin la preparación previa adecuada para ello.
Torcedura: Implica el estiramiento o desgarro de los tendones o músculos, generalmente debido a un movimiento brusco o una fuerza excesiva aplicada a la articulación. Son comunes en la espalda baja, los muslos y los brazos. Sus síntomas son dolor agudo, inflamación y posible aparición de hematomas. Para prevenirlo evitar movimientos bruscos y realizar estiramientos antes de cualquier actividad física.
Distensión muscular: es el estiramiento del músculo por encima de sus límites.
Desgarro muscular: es la ruptura de fibras musculares.
Contractura muscular: se produce cuando un músculo se tensa y no se relaja. Puede ser causado por falta de movimiento, uso excesivo, lesiones o estrés.
Esguince: es una lesión de los ligamentos, que son las estructuras que conectan los huesos entre sí en una articulación. Son comunes en áreas como los tobillos, las muñecas y las rodillas, y ocurren cuando una articulación se tuerce de manera brusca. Los síntomas son el dolor intenso, inflamación y movilidad limitada en la articulación afectada. Para tratarlo se recomienda reposo, inmovilización, y aplicación de frío
Causas
- Lesiones físicas: Distensiones, contracturas o desgarros musculares causados por movimientos bruscos, caídas o esfuerzos excesivos.
- Sobrecarga muscular: Ejercicio intenso sin la preparación adecuada o la falta de estiramientos pueden generar dolor.
- Mala postura: Mantener posturas inadecuadas durante períodos prolongados puede provocar tensión muscular, especialmente en el cuello, la espalda y los hombros.
- Estrés: El estrés crónico puede causar tensión en los músculos, lo que genera dolor y rigidez.
Prevención
- Realizar ejercicio regularmente por lo menos 30 minutos por día.
- Realizar calentamientos y estiramientos antes y después del ejercicio.
- Mantener una buena hidratación durante el día y, especialmente, durante la actividad física.
- Evitar esfuerzos excesivos que puedan sobrecargar los músculos.
- Adoptar una postura correcta en actividades diarias, como estar sentado frente a una computadora o levantando objetos pesados.
- Usar el equipo adecuado durante cualquier actividad física. Realizar la recuperación física adecuadamente.
Tratamiento
- Reposo: Es esencial para evitar agravar la lesión o la tensión muscular.
- Aplicación de frío o calor: El frío es útil en las primeras 48 horas para reducir la inflamación, mientras que el calor puede ayudar a relajar los músculos tensos después de ese período.
- Masajes y estiramientos suaves: Estas técnicas pueden ayudar a aliviar la rigidez muscular y mejorar la circulación en la zona afectada.
Para aliviar el dolor, a veces es necesario complementar con un tratamiento analgésico. El Ibuprofeno es uno de los analgésicos y antiinflamatorios recomendados para su alivio, formando parte de la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS basada en eficacia y seguridad demostrada. Se recomienda comenzar con la mínima dosis efectiva durante el menor tiempo posible.6 7
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Indicaciones: Dolores y calambres de la musculatura esquelética en casos de entorsis y de luxación, mialgias, tortícolis, cefaleas tensionales, lesiones musculares traumáticas, lumbago, espondiloartrosis, síndrome cervical.
Es importante destacar que tratar el dolor no supone no hacer la consulta médica, sino que es el primer paso en la búsqueda de su alivio.