- Una sensación de opresión en los músculos de la cabeza o el cuello.
- Dolor leve o moderado en ambos lados de la cabeza.
- Dolor que no empeora con la actividad física.
- Dolor que no está acompañado de náuseas o vómitos, como suele suceder con la migraña.
- Los niños más pequeños pueden dejar de jugar como lo hacían habitualmente, y querer dormir más.
- Las cefaleas tensionales pueden durar desde 30 minutos a varios días.
Algunas medidas como el reposo, la buena hidratación, las compresas frías, una ducha o baño tibios, las siestas en una habitación oscura y los masajes en el cuello y la cabeza pueden ayudar a aliviarlos.